Mediante una charla con estudiantes de Psicología de la UMAD, Carlos, un joven con esta condición, explicó la importancia de un diagnóstico oportuno.
San Andrés Cholula, Puebla.– Carlos es un joven de 15 años, que se dedica actualmente a estudiar sus grandes pasiones que son el canto, piano, música y talleres de permacultura; esto mientras busca hacer consciente a su entorno sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA) que así como él, padecen millones de personas en todo el mundo.
En esta labor que ha iniciado junto a su madre, ofreció una charla dirigida a estudiantes de Psicología de la UMAD, dentro del ciclo de conferencias de Psicología 2022, organizado por la coordinación académica de dicha carrera.
“Conociendo a Carlos: ¿Cómo se siente una persona con TEA (Trastorno del espectro autista) y cómo ayudarle?” fue el título de la plática en la que el joven relató cómo es vivir con este trastorno y la forma en que ha podido adaptarse poco a poco para poder sobrellevarlo.
“Tener TEA es sentirse confundido todo el tiempo, y no notar cuando alguien es sarcástico, ya que para mí todo es literal. Que nadie entienda tus chistes o que te obsesione un tema al que la mayoría de la gente no entiende o les resulta aburrido. Que te insulten por no entender conversaciones de los demás. Decir la verdad y que la gente se moleste contigo. Ser pedante y caer mal por ello. Tener hipersensibilidad a casi todo, olores, etiquetas, ruido o incluso ropa”, explicó.
De acuerdo con información de la UNAM, en México el TEA afecta a uno de cada 115 niños y su causa se relaciona principalmente con factores genéticos hereditarios. Del mismo modo, la UNAM menciona que “para ayudar a los menores a desarrollar su lenguaje y a tener interacción social básica, son fundamentales los primeros 18 meses de vida”.
Carlos reveló que el TEA es un trastorno aún poco conocido en México y por ende en muchas ocasiones es mal diagnosticado. “Me llamaron fenómeno, idiota, retrasado mental; me han hecho sentir diferente y excluido, incluso sentirme que no soy capaz de hacer muchas cosas”.
Y fue derivado de esta situación que ha decidido hablar sobre el tema para buscar mayor empatía en las personas que se encuentran alrededor de alguien con TEA o cualquier otro padecimiento. “No se pide que cambies tu manera de ser o actúes distinto, sino solo sé empático con las personas diferentes”, señaló al aclarar que el Trastorno del Espectro Autista no es una enfermedad y por lo tanto no tiene cura.
Finalmente la madre de Carlos, tras relatar algunas anécdotas y explicar lo difícil que fue para ella obtener un diagnóstico certero acerca de lo que tiene su hijo, destacó la importancia de que el TEA se conozca cada vez más, sobre todo entre los estudiantes de las carreras de Psicología, para que aprendan a identificarlo entre sus pacientes y logren dar diagnósticos correctos a las familias, pues de ello depende poder brindarles atención y tratamiento adecuados a quienes lo presentan.
Señaló que gracias al tratamiento y terapias que su hijo recibe, es como ha podido desarrollarse, tener metas y proyectos; entre los que se encuentran iniciar próximamente la carrera de teatro musical mientras estudia la preparatoria abierta.
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