San Andrés Cholula, Pue. 6 de febrero 2025. En México el consumo promedio de agua por persona varía dependiendo de la región y el nivel de desarrollo, pero en general, se encuentran entre 150 y 250 litros por persona al día.
Es importante señalar que muchas zonas de México existe preocupación por la escasez de agua, especialmente en el norte el país, donde el clima árido limita los recursos hídricos. Esto a llevado a un enfoque más consciente y al impulso de políticas para reducir el consumo y mejorar la eficiencia en el uso del agua.
El agua es un recurso vital para la vida en la Tierra, pero está siendo cada vez más escasa debido a la sobreexplotación y al cambio climático. Aunque el planeta está cubierto en su mayoría por agua, solo un pequeño porcentaje es accesible y potable para consumo humano. Por eso, el ahorro de agua se ha convertido en una necesidad urgente, y gota a gota, el cambio se nota.
Es por eso que la Universidad Madero(UMAD) y el Instituto Mexicano Madero (IMM) se comprometen a promover el ahorro de agua entre su comunidad, impulsando prácticas sostenibles y fomentando la conciencia sobre el uso responsable del recurso. A través de diversas iniciativas, busca ser un ejemplo de compromiso ambiental, demostrando que pequeños cambios pueden generar un impacto significativo.
Práctica estos consejos: El ahorro de agua comienza con hábitos sencillos en casa, como cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes, tomar duchas más cortas, usar cisternas de bajo consumo y evitar dejar el agua corriendo innecesariamente. Aunque parezcan gestos pequeños, cada gota que ahorramos se suma y tiene un impacto positivo.
Además, en sectores como la agricultura, que es uno de los mayores consumidores de agua, el uso de técnicas como el riego por goteo o la captación de aguas pluviales permite un consumo más eficiente y responsable. En las ciudades, instalar sistemas de reciclaje de aguas grises también puede contribuir a reducir la demanda de agua potable.
El ahorro de agua es una tarea que está en nuestras manos. No necesitamos grandes esfuerzos, sino pequeños cambios en nuestra rutina diaria que, con el tiempo, pueden generar un impacto significativo. Cada acción cuenta, y juntos podemos asegurarnos de que este recurso vital siga disponible para las generaciones futuras.
Recuerda, gota a gota, el cambio se nota.